Financial Times informa de que la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. (SEC) habría echado por tierra el intento de Circle de cotizar en bolsa a través de Spac por valor de USD 9.000 millones. Utilizando una empresa de cheques en blanco, Bob Diamond, un veterano de la banca, intentó aventurarse en el mercado bursátil estadounidense con un operador de stablecoin.
EL ESFUERZO INCONCLUSO POR COTIZAR EN BOLSA
En unas declaraciones al Financial Times publicadas en diciembre, el grupo Circle, que abandonó sus planes de cotizar en bolsa, afirmó que la operación se había estancado no como consecuencia de las turbulencias que sufrieron los mercados de criptomonedas el año pasado, sino porque la Securities & Exchange Commission no había dado su visto bueno a la que habría sido la mayor operación del mundo con un Spac.
Cuando en julio de 2021 el mercado de activos digitales se encontraba en medio de una carrera alcista que hizo que el valor de criptomonedas populares como el Bitcoin alcanzara niveles récord en noviembre, una empresa llamada Circle, que gestiona la segunda mayor stablecoin del mundo, acordó fusionarse con un vehículo creado por el veterano banquero Bob Diamond.
Tras el colapso del mercado de las criptomonedas un año más tarde, se produjo una oleada de quiebras, incluida la de la empresa de trading FTX, una de las más importantes que existían desde hacía décadas. Se ha informado de que Circle tiene en circulación tokens por valor de más de USD 44.000 millones, frente a los USD 56.000 millones que tenía en junio.
El abandono del acuerdo también coincidió con un cambio en el sentimiento hacia el Banco Central Europeo, que empezó a subir el tipo de interés, y con economistas que pronosticaban una larga recesión como resultado de un cambio en la política.
Según una persona familiarizada con la situación que habló con el Financial Times, hubo una cantidad considerable de tiempo, o «retraso», entre el anuncio de Circle de su intención de formar una Spac y la expiración del mismo en diciembre de 2022.
Esta persona hizo que, tras la implosión de FTX, con sede en Bahamas, a finales de 2022, que puso de manifiesto una serie de fallos en la forma en que se gestionan los criptogrupos y destacó el daño que pueden causar,
«en mi mente creía que no había forma de aprobar nada».
Tras el fracaso del acuerdo, el sector ha sufrido varios reveses en su relación con la Comisión del Mercado de Valores. En los últimos años, los ETF de bitcoin cash han tenido dificultades para avanzar con la SEC, ya que varios ETF que pretendían seguir el precio del bitcoin cash no han tenido éxito, y a finales del año pasado la SEC anunció que había rechazado la oferta de Grayscale de lanzar un ETF propio, citando preocupaciones sobre el mercado subyacente de activos digitales.
El desafío entre los reguladores y las criptomonedas no parece que vaya a terminar pronto. Las empresas están haciendo todo lo posible para atraer a más gente al sector mediante licencias reguladas y los antiguos sistemas de regulación no pueden aceptarlas fácilmente.
Pero la tendencia es clara. Cada vez más empresas se fusionarán y, junto a los servicios descentralizados, podrán atraer a más usuarios. La regulación no podía ser una carga en el camino de las innovaciones tecnológicas a lo largo de la historia.